Expedición Namibia

La expedición KALAHARI, te trasladará a paisajes soberbios, abundantes en fauna salvaje y culturas con profundas raíces. Una aventura incomparable y espectacular explorando Namibia, Bostswana, Zimbabwe  y Sudáfrica

Descubriremos los desiertos del Parque Nacional del Kalahari con su espeluznante aridez y el Parque Nacional de Namib Naukluft, donde sus dunas ocres, altas como montañas, y sus planicies tapizadas de arbustos se alían para componer el desierto más antiguo del planeta. En contraste con esta aridez, los verdes canales del Delta del Okavango se abren como un abanico y por el que el agua fluye lenta y caprichosamente, dándonos opción a disfrutar de la variada fauna que vive a su abrigo. 

También disfrutaremos del espectáculo de las Cataratas Victoria, este milagro de la naturaleza nos ofrecerá un mundo multicolor a través del arcoíris que se forma en cuanto recibe unos pocos rayos de sol. Rastrearemos fauna salvaje en las áreas más ricas del continente africano, el Parque Nacional Kazuma, el Parque Nacional Etosha, y en el Parque Nacional del Chobe, considerado uno de los más reputados de África y con una de las mayores poblaciones de  elefantes del mundo. Buscaremos en el Parque Nacional de Ai Ais, el rastro de la serpiente nama a lo largo del Cañón del Rio Fish, el segundo cañón más largo del mundo, y nos adentraremos a través de la niebla en la Costa de los Esqueletos. Fieles a nuestra filosofía contactaremos con las etnias de los Himba en el Kaokoland y los San en el Kalahari, los cuales se adaptaron a este entorno tan riguroso aprendiendo a vivir de la tierra sin herirla.  

Iniciaremos el viaje en Walvis Bay, que significa “Bahía de las Ballenas”, hacia Costa de los Esqueletos. Sus 500 kilómetros de litoral yermo azotado por el viento, deben su nombre a ser el mayor cementerio de pecios del mundo, donde los barcos embarrancaban debido a la niebla, las fuertes corrientes marinas y los violentos vientos. 

A través del Kaokoland, en el norte, una zona remota de belleza deslumbrante, donde el sol baña los relieves y provoca sorprendentes cambios de color y tonalidad, nos introduciremos en la cultura Himba. Una de las escasas culturas que han sobrevivido a la colonización y que guardan celosos sus tradiciones y su modo de vida. Circulando a través del Kaokoland llegaremos al Parque Nacional de Etosha, cubeta de “la laguna seca” un lago que se secó hace miles de años. Las lluvias estacionales la inunda cada año dando lugar a una explosiona de vida. Las orillas se convierten en un pastizal verde y miles de aves aparecen para disfrutar de este paraíso, así como los depredadores que aprovechan el festín que la naturaleza les ofrece. 

Dejaremos Etosha para dirigirnos hacia la orilla sur del río Okavango. Circulando paralelos al mismo entraremos en Botswana y disfrutaremos del Parque Nacional de Chobe, una de las reservas de animales más importantes de África, cuenta con una gran variedad de mamíferos y más de 450 especies distintas de aves. Es conocido por sus grandes manadas de elefantes y por la hermosa región de Savuti, donde pueden verse una gran cantidad de depredadores. Desde aquí nos dirigiremos hacia Zimbabwe para disfrutar del maravilloso espectáculo que nos ofrecen las Cataratas Victoria. Consideradas como una de las maravillas del mundo, han sido declaradas patrimonio mundial por la Unesco. Descubiertas en 1855 por el explorador británico David Livingston, las bautizó con ese nombre en honor a su Alteza Real. Pero las tribus locales prefieren llamarlas Mosi-oa-Tunya, literalmente "el humo que truena. Parque Nacional Kazuma Pan

De vuelta en Botswana recorreremos el Delta del Okavango, el más grande del mundo sin salida al mar, un oasis en medio de la aridez del país, creando un laberinto de lagunas, islas y canales antes de desaparecer en las arenas del desierto del Kalahari. En este punto la expedición se introducirá en un paisaje de sabana reseca, aunque sedienta con más vegetación de la que a priori se espera. El paisaje está atravesado por pistas de arena roja, que contrastan con la vegetación. Aquí entraremos en contacto con el pueblo San. Una de las características más peculiares de este pueblo es su idioma que consiste en el uso de chasquidos como fonemas para comunicarse, no tienen escritura. Cazan con arcos y flechas envenenadas que fabrican ellos mismos y son reconocidos por su gran puntería.  Continuamos recorriendo esta sabana hasta llegar al Parque Transfronterizo del Kalahari cuya extensión abarca tres países, Namibia, Botswana y Sudáfrica. Será a través de la frontera sudafricana por la que retornaremos a Namibia para afrontar el Cañón del Rio Fish, el segundo cañón más grande del mundo tras el Gran Cañón del Colorado. Con sus 160 kilómetros de longitud, 25 kilómetros de ancho y profundidades de 550 metros en algunos lugares, constituye uno de los enclaves naturales más espectaculares del sur de África. Saliendo del Cañón, nos acercamos a la zona de explotación de diamantes. Lüderitz, con sus casas coloniales y obras de arte del Art Nouveau alemán en medio de un paisaje desértico hacen que sea un lugar muy especial. 

Desde aquí nos dirigimos al último enclave natural de esta expedición, el Parque Nacional Namib-Nauklft, sus vastos mares de dunas brotan al pié del Atlántico y avanzan para fundirse en las llanuras pedregosas del interior que se alzan a mas de mil metros sobre el nivel del mar.